jueves, 7 de agosto de 2014

Capítulo 12 "Alex POV"

Estaba ya hasta las narices de estudiar y apenas llevaba un poco más de una hora.Yo creía que mis conocimientos sobre el inglés eran bastante buenos, hasta que tienes que prepararte para un examen de gramática inglesa para nativos.


Un nuevo corte de papel en un dedo y de repente note el móvil vibrar contra mi pierna, era Harry. Respiré profundo para evitar la vomitera de palabras que salía por mi boca cuando me ponía nerviosa.


-¿Si? - contesté.
-Hola Alex, soy Harry - lo mucho que me gustaba su voz fue la única razón por la que evite hacer algún comentario sobre que ya sabía quien era porque lo pone cuando te llaman.
-Hola Harry, ¿qué tal?
-Un poco de dolor de cabeza, pero sobreviviré ¿y tú?
-Estoy estudiando…
-¿Puedes bajar a la puerta de tu residencia un momento?
-¿Qué? ¿Para qué? - dije mirando la ropa que llevaba.
-¡Corre! ¡Baja un momento!


Cogí el ascensor y salí deprisa hacia la puerta de la calle. Y ahí estaba él bajándose de su Range Rover negro, con las gafas de sol y esa sonrisa que me dejaba totalmente descolocada.


-¿Pero qué haces aquí? - le pregunté sorprendida.
-Ven conmigo, vamos a dar una vuelta o algo - dijo tirando de mí hacia el coche.
-Harry no puedo, mira que pintas llevo y tengo que estudiar…
-¿No puedes estudiar otro día? - me preguntó haciendo pucheritos.


Estuve a punto de decir que si, pero mi parte responsable salió a relucir por una vez. Si le decía que sí, no iba a estudiar cosa que debería hacer porque no quedaba nada para el examen, luego iban  a decirme estas otro día de ir a dar una vuelta otro día también, o iba a tener que hacer algo…¿pero y si él se cansaba de mi? Si no estudiaba, suspendería el examen y me volvería a casa, y entonces estar con Harry sería algo bonito de unas pocas semanas, pero si estudiaba y aprobaba me quedaría en Londres y ya no serían solo unas pocas semanas con él…¿pero quería yo algo más?


-Si sigues dándole vueltas a las cosas, esta arruguita va a ser permanente - dijo poniéndome un dedo sobre mi entrecejo fruncido - ¿por qué no subo contigo y te ayudo? Era bueno en inglés…
-¿Qué? - dije sorprendida, ¿subir a mi habitación?¿a ayudarme?¿a estudiar? ¿Harry Styles?- ¿estás seguro?
-Claro, pero me debes quedar conmigo algún día.
-Cuando quieras, pero una tarde conmigo y libros de gramática y me acabarás odiando - dije demasiado rápido.
-Hablas demasiado rápido para no ser tu idioma - dijo riéndose de mi.
-Perdón - susurré, y miré hacia un lado de la calle, por donde un grupo de chicas de la residencia se iba acercando - quizás deberíamos subir a mi habitación, hemos tenido bastante suerte de que nadie te haya visto todavía.
-Si mejor - dijo mirando al mismo sitio que yo.


Una vez en mi habitación, recogí un poco la cama para que pudiese sentarse ahí conmigo y mis apuntes. Antes de conocerle siempre me imaginaba estos momentos conmigo desmayada o cosas así, pero después de esos meses hablando por mensajes y las dos veces que nos habíamos visto por Londres, era fácil pensar en él simplemente como Harry un chico demasiado guapo y tremendamente simpático, y no como Harry Styles, miembro de una banda británica con éxito mundial y millones de fans.


Harry era un chico humilde, con muchísimo sentido del humor y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Aunque sólo fuese por mensajes, habíamos hablado de cosas que nunca hablaba ni con mis amigas, y luego estaban esos ojazos que no sabía nunca si eran verdes, azules o grises, eran “nebulosa”, como decía Irene, y esa sonrisa totalmente contagiosa, que yo siempre observaba en fotos en mi ordenador.


Pero parecía tan sencillo olvidarse de que era esa misma persona…


Estuvimos un par de horas mirando libros de gramática inglés, él me explicaba  cada duda que yo tenía, y tenía que admitir que era realmente bueno con esas cosas. Y también tenía que admitir que más de una vez yo me había quedado embobada mirándole, ¿por qué negarlo? Una adolescente de 18 años y las hormonas revolucionadas, y un chico de 19 demasiado guapo para su propio bien.


-Espera, creo que eso te lo he dicho mal - dijo de repente sacándome de mi ensoñación y cogiendo mi cuaderno.
-Ay Styles, Styles… parece que solo vas a ser bueno para cantar - dije para molestarle.
-Oh no Alex, no deberías haber dicho eso - dijo mirándome mal  y soltando el libro y el cuaderno - Vas a ver en qué otra cosa soy tremendamente bueno.


Quitó los libros de detrás de mí, tiró de mis piernas para que cayese tumbada sobre la cama y empezó a hacerme cosquillas por los costados.


-Parece que tienes cosquillas  - dijo riéndose de mi.
-Para para - rogaba yo sin poder parar de reirme.
-No, esto es divertido y tu tienes muchas cosquillas, ¿dónde más tienes?
-No pienso decírtelo - dije forcejeando con él para que me soltase, pero ¿tu has visto esos bíceps?
-Bueno, entonces seguiré haciéndote cosquillas.
-¡En todo el cuerpo! - grité desesperada, casi ya sin aire - ¡tengo cosquillas por todo el maldito cuerpo!
-¿En serio? - dijo sorprendido, pero soltandome.
No podía ni contestar, ser asmática y que alguien te haga cosquillas sin parar no es una buena combinación.


-¿Así que en todo el cuerpo? - me preguntó cuando conseguí volver respirar.
-Si.. - admití con miedo al ver la sonrisa que tenía en la cara.
-¿En las piernas? - dijo de repente haciéndome cosquillas en las rodillas.


Sin poder evitarlo empecé a moverlas para que me soltase, dándole una patada en el pecho.


-¡Oh dios mío! - exclamé - ¡Lo siento!
-¿Sabes lo que ocurre cuando pasa esto? - dijo con una mano puesta donde le había golpeado.
-No estoy segura de querer saberlo…


Sin darme tiempo a reaccionar, agarró mis piernas y las colocó entre las suyas, poniéndose encima de mi, para que no pudiera moverlas, y empezó a hacerme de nuevo cosquillas, esta vez desde los muslos hasta los costados.


-¿Hola? - escuché a Irene en la puerta de la habitación.


Harry paró de golpe de hacerme cosquillas, a la vez que yo susurraba “mierda” y ambos nos pusimos de pie. Yo intentaba recuperar la respiración y él aguantarse la risa ante las miradas de sorpresa de mis amigas.


Cuando se fue, ellas no dejaban de molestarme con el tema, y yo solo quería que se callasen ¿es que no entendían que a mi la situación me daba más pánico que nada?


Y luego ese mensaje…¿Qué se supone que tenía que contestar? Algunas veces, creo que odiaba a Harry casi tanto como me gustaba.
I hope it too, but without
tickling me please?

Alex xx

viernes, 27 de diciembre de 2013

Recuerdos

Recuerdo: Imagen del pasado que se tiene en la memoria. Una palabra simple y a la vez compleja, pues cobra fuerza y significado según nuestros propios sentimientos hacia ella: felicidad, tristeza, ira, miedo.... Porque a fin de cuentas, todos sin excepción poseemos recuerdos, y depende de nosotros y solo de nosotros, decidir cuáles de ellos queremos mantener, porque, ¿Quién decide la fuerza de nuestros recuerdos? Creo que la respuesta es más que obvia…Nosotros.

            Todos, guardamos al menos un recuerdo en nuestra memoria por distintos motivos: porque nos recuerdan a alguien especial,  para intentar no cometer el mismo error, para recordar…. Y es este último, el que te recuerda el porqué de tus acciones y decisiones, el que para mí es el más poderoso, pues es el que a la larga, puede llegar a cambiarte la vida, y el mío comenzó así…

            Al llegar a la cocina, tal y como mi madre me había dicho, encima de la mesa me esperaba una taza con té, dios bendiga a su inventor, y dos tostadas untadas con mantequilla y mermelada; si mi madre sabia como ser un amor cuando quería, sorprendente ¿verdad?. Me senté en la mesa disfrutando de mi desayuno favorito y pensando en lo que me deparaba el día de hoy, un día que llevaba esperando durante mucho tiempo, por fin, iría a una de las ciudades de mis sueños, Londres. No os podéis imaginar la de veces que había imaginado que iba allí, y paseaba por St.James Park, visitaba el Big Ben, el Buckingham Palace, la torre de Londres, Primrose….

Salimos de casa, asegurando de haber apagado todas las luces y cerrado bien la puerta principal y nos pusimos camino al aeropuerto. Una vez allí el mismo procedimiento de siempre, facturar maletas, enseñar los billetes, pasar el control y esperar hasta embarcar.

                        El trayecto desde el aeropuerto a nuestro hotel se me hizo eterno, lo único que quería era dejar las cosas en el hotel y empezar a ver esa ciudad que tanto me había enamorado, desde que la vi por primera vez en la televisión. Una vez nos instalamos, decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores del hotel en busca de un lugar donde comer y después comenzó nuestro día de turismo, y tal y como había imaginado esa mañana vimos esos sitios tan soñados por mí. El tiempo iba más rápido de lo normal, ya dicen que cuando mejor te lo pasas más rápido vuela el tiempo, y cuando me quise dar cuenta ya estábamos de vuelta en el hotel y en nuestra habitación.

                        Todos nos tumbamos en nuestras respectivas camas con la esperanza de descansar y relajarnos un poco antes de irnos a dormir pues aún era pronto para ello. Mis padres decidieron meterse en su mundo de la lectura, no es que no me guste la literatura de hecho me apasiona pero sabía que me iba a quedar durmiendo nada más empezar, así que decidí enchufar la televisión y ver si había algo interesante.

                        Tras unos cuantos minutos de zapping di con un programa que me llamó la atención pero del cual no había oído hablar nunca, The X Factor. Enseguida me enganche al programa viendo el gran talento que tenían algunos de los participantes, pero hubo uno en especial que me llamo la atención, un chico de unos 14 años, alto, delgado, de pelo castaño y ojos marrones, y con un acento y una rapidez al hablar que al principio creí que sería imposible entenderlo y eso que por aquel entonces mi ingles era bastante bueno. Sí, no era nada del otro mundo pero me algo me decía que ese chico era especial, su nombre… Liam Payne.

            Y en ese momento el empezó a cantar, muchos podrían decir que era el típico chico rarito, que mostraba pocas emociones al cantar,  y que no llamaría la atención, pero para mí era sorprende como un chico de 14 años podía tener una voz tan increíble como la de él, como a pesar de no cantar un estilo muy comercial y apenas moverse, seguía manteniendo esa chispa de pasión y como sus intentos de descarado no quedaban más que en acciones tiernas e inocentes, pero que en cierto modo conquistaban un pedacito de ti, era difícil no quererlo.

            Al acabar, todas las reacciones y comentarios no fueron más que positivos consiguiendo así los tres votos de los jueces, lo cual me hizo soltar un pequeño ¡TOMA YA! Que hizo que mis padres levantaran la vista y se rieran negando con la cabeza, para variar pensarían que estaba un poco loca, pero que le vamos a hacer, realmente me alegre mucho de que pasara. Una vez acabó el programa, el sueño me venció y me quede durmiendo.

            Los demás días en Londres transcurrieron a la velocidad del rayo, y cada segundo que pasaba yo me enamoraba más de aquella ciudad, una ciudad donde nadie era juzgado por como vestía, donde había miles de estilos en solo un m2, donde a cada paso que dabas había música llenando cada rincón, donde se podían distintas culturas, religiones, edificios…. Londres estaba lleno de vida por donde miraras, y eso fue una de las cosas que me hizo decidir que aquella no sería la última vez que pisaría sus calles, o hablaría con sus gentes, cuya manera de ser y lengua me habían cautivado tanto.

            De esto hace ya seis años, seis años desde que realmente me di cuenta de a dónde pertenecía, de cuál sería mi hogar en un futuro, lo que no esperaba, y ni tan siquiera imagine, es que lo viviría con unas chicas con mis mismos sueños, con las mismas ganas de exprimir esa ciudad que yo tenía, y por supuesto jamás imagine, que aquel chico, que tanta curiosidad despertó en mí, sería una de las personas con las que compartiría esta aventura; pues de una cosa estuve segura en aquel momento y es de que triunfaría por todo lo alto, su propia seguridad, tenacidad y confianza lo llevarían al éxito, pero nunca pensé que yo, sería parte de su camino, de su vida.


            Nunca he creído que las cosas estén predestinadas a ocurrir, pero quizá vaya siendo hora de hacerlo, pues como sino explicarías todo esto, yo solo tengo una palabra para hacerlo… DESTINO….No sé qué es lo que me tendrá deparado en un futuro, pero una cosa tengo clara, y es que pienso exprimir cada instante, cada segundo junto a todas ellas, junto a él…pues dicen que solo el destino sabe que nos tiene deparado, y que lo único que nosotros podemos hacer es esperar a que ocurra y llené nuestros recuerdos, pues bien creo que es momento de cambiar eso; el destino podrá tenerme deparadas muchas cosas pero yo decidiré cuales se cumplirán, cuales… pasaran a ser parte de mis RECUERDOS.

jueves, 17 de enero de 2013

Recuerdos

Todo el mundo ha tenido algún momento en su vida, o quizás alguien que le ha marcado, que le ha hecho cambiar para siempre. Yo tengo tres días, 11, 30 y 31 de Octubre, y 4personas que jamás olvidaré.

Fue un 11 de Octubre cuando recibí cierta llamada que me hizo llorar de la emoción mientras mi voz sonaba en la radio y hablaba con Tony Aguilar. 19 días después las conocí a ellas.

Fue un 30 de Octubre cuando a las 4 de la tarde me presenté en el 40 café en Madrid, cuando rompiendo mi timidez fui acercándome a ellas para por fin ponerle cara a esas conversaciones de whatsapp. Fue ese día cuando me senté con otras 4 chicas en una mesa y empecé a hacer locuras, tirar vasos, gritar de la emoción e incluso salir a un escenario a cantar una canción como si me fuese la vida en ello, tengo un vago recuerdo de salir temblorosa al escenario con las palabras de Andrea en mi cabeza: “Alex, sin timidez, hay que darlo todo eh!” y veía de refilón cierto videoclip detrás de mí. Fue ese día cuando las cinco agarradas de las manos empezamos a susurrar, “Five Little Things, Five Little Things” y también fue ese día cuando gritando nos abrazamos, porque nuestro sueño estaba un poco mas cerca de hacerse realidad

Fue el 31 de Octubre, al día siguiente cuando vivimos el momento definitivo. Cuando a las 7 de la tarde, dos horas antes de lo previsto nos plantamos en la calle Maratón, en la puerta de “El Hormiguero”. Aun recuerdo como no podíamos dejar de hablar, como todas sentíamos cierto cosquilleo, todas teníamos nervios. Recuerdo la cola, los empujones, los agobios, la gente que intentaba colarse, recuerdo a Luis, que no Louis, recuerdo cada momento…Entrar, conseguir la primera fila, cantar y cantar aún más fuerte cuando nos dijeron que nos oían…. Recuerdo verles a través de las cortinas, a Pablo acercándose a nosotras para preguntarnos si estábamos bien, recuerdo verles entrar y sentir como una enorme sonrisa se extendía por mi cara… Recuerdo cada mirada, cada gesto, cada saludo…

Y también recuerdo otro dia, el 8 de noviembre, cuando nuestro 2 sueño estuvo también mas cerca. Cuando nos dimos cuenta de que estábamos a 197 días del 24 de Mayo, a 197 días de nuestro primer concierto de One Direction. A 197 días de volver a vernos.

-Alex