viernes, 27 de diciembre de 2013

Recuerdos

Recuerdo: Imagen del pasado que se tiene en la memoria. Una palabra simple y a la vez compleja, pues cobra fuerza y significado según nuestros propios sentimientos hacia ella: felicidad, tristeza, ira, miedo.... Porque a fin de cuentas, todos sin excepción poseemos recuerdos, y depende de nosotros y solo de nosotros, decidir cuáles de ellos queremos mantener, porque, ¿Quién decide la fuerza de nuestros recuerdos? Creo que la respuesta es más que obvia…Nosotros.

            Todos, guardamos al menos un recuerdo en nuestra memoria por distintos motivos: porque nos recuerdan a alguien especial,  para intentar no cometer el mismo error, para recordar…. Y es este último, el que te recuerda el porqué de tus acciones y decisiones, el que para mí es el más poderoso, pues es el que a la larga, puede llegar a cambiarte la vida, y el mío comenzó así…

            Al llegar a la cocina, tal y como mi madre me había dicho, encima de la mesa me esperaba una taza con té, dios bendiga a su inventor, y dos tostadas untadas con mantequilla y mermelada; si mi madre sabia como ser un amor cuando quería, sorprendente ¿verdad?. Me senté en la mesa disfrutando de mi desayuno favorito y pensando en lo que me deparaba el día de hoy, un día que llevaba esperando durante mucho tiempo, por fin, iría a una de las ciudades de mis sueños, Londres. No os podéis imaginar la de veces que había imaginado que iba allí, y paseaba por St.James Park, visitaba el Big Ben, el Buckingham Palace, la torre de Londres, Primrose….

Salimos de casa, asegurando de haber apagado todas las luces y cerrado bien la puerta principal y nos pusimos camino al aeropuerto. Una vez allí el mismo procedimiento de siempre, facturar maletas, enseñar los billetes, pasar el control y esperar hasta embarcar.

                        El trayecto desde el aeropuerto a nuestro hotel se me hizo eterno, lo único que quería era dejar las cosas en el hotel y empezar a ver esa ciudad que tanto me había enamorado, desde que la vi por primera vez en la televisión. Una vez nos instalamos, decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores del hotel en busca de un lugar donde comer y después comenzó nuestro día de turismo, y tal y como había imaginado esa mañana vimos esos sitios tan soñados por mí. El tiempo iba más rápido de lo normal, ya dicen que cuando mejor te lo pasas más rápido vuela el tiempo, y cuando me quise dar cuenta ya estábamos de vuelta en el hotel y en nuestra habitación.

                        Todos nos tumbamos en nuestras respectivas camas con la esperanza de descansar y relajarnos un poco antes de irnos a dormir pues aún era pronto para ello. Mis padres decidieron meterse en su mundo de la lectura, no es que no me guste la literatura de hecho me apasiona pero sabía que me iba a quedar durmiendo nada más empezar, así que decidí enchufar la televisión y ver si había algo interesante.

                        Tras unos cuantos minutos de zapping di con un programa que me llamó la atención pero del cual no había oído hablar nunca, The X Factor. Enseguida me enganche al programa viendo el gran talento que tenían algunos de los participantes, pero hubo uno en especial que me llamo la atención, un chico de unos 14 años, alto, delgado, de pelo castaño y ojos marrones, y con un acento y una rapidez al hablar que al principio creí que sería imposible entenderlo y eso que por aquel entonces mi ingles era bastante bueno. Sí, no era nada del otro mundo pero me algo me decía que ese chico era especial, su nombre… Liam Payne.

            Y en ese momento el empezó a cantar, muchos podrían decir que era el típico chico rarito, que mostraba pocas emociones al cantar,  y que no llamaría la atención, pero para mí era sorprende como un chico de 14 años podía tener una voz tan increíble como la de él, como a pesar de no cantar un estilo muy comercial y apenas moverse, seguía manteniendo esa chispa de pasión y como sus intentos de descarado no quedaban más que en acciones tiernas e inocentes, pero que en cierto modo conquistaban un pedacito de ti, era difícil no quererlo.

            Al acabar, todas las reacciones y comentarios no fueron más que positivos consiguiendo así los tres votos de los jueces, lo cual me hizo soltar un pequeño ¡TOMA YA! Que hizo que mis padres levantaran la vista y se rieran negando con la cabeza, para variar pensarían que estaba un poco loca, pero que le vamos a hacer, realmente me alegre mucho de que pasara. Una vez acabó el programa, el sueño me venció y me quede durmiendo.

            Los demás días en Londres transcurrieron a la velocidad del rayo, y cada segundo que pasaba yo me enamoraba más de aquella ciudad, una ciudad donde nadie era juzgado por como vestía, donde había miles de estilos en solo un m2, donde a cada paso que dabas había música llenando cada rincón, donde se podían distintas culturas, religiones, edificios…. Londres estaba lleno de vida por donde miraras, y eso fue una de las cosas que me hizo decidir que aquella no sería la última vez que pisaría sus calles, o hablaría con sus gentes, cuya manera de ser y lengua me habían cautivado tanto.

            De esto hace ya seis años, seis años desde que realmente me di cuenta de a dónde pertenecía, de cuál sería mi hogar en un futuro, lo que no esperaba, y ni tan siquiera imagine, es que lo viviría con unas chicas con mis mismos sueños, con las mismas ganas de exprimir esa ciudad que yo tenía, y por supuesto jamás imagine, que aquel chico, que tanta curiosidad despertó en mí, sería una de las personas con las que compartiría esta aventura; pues de una cosa estuve segura en aquel momento y es de que triunfaría por todo lo alto, su propia seguridad, tenacidad y confianza lo llevarían al éxito, pero nunca pensé que yo, sería parte de su camino, de su vida.


            Nunca he creído que las cosas estén predestinadas a ocurrir, pero quizá vaya siendo hora de hacerlo, pues como sino explicarías todo esto, yo solo tengo una palabra para hacerlo… DESTINO….No sé qué es lo que me tendrá deparado en un futuro, pero una cosa tengo clara, y es que pienso exprimir cada instante, cada segundo junto a todas ellas, junto a él…pues dicen que solo el destino sabe que nos tiene deparado, y que lo único que nosotros podemos hacer es esperar a que ocurra y llené nuestros recuerdos, pues bien creo que es momento de cambiar eso; el destino podrá tenerme deparadas muchas cosas pero yo decidiré cuales se cumplirán, cuales… pasaran a ser parte de mis RECUERDOS.

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